“En Mayo me realicé un electro de fuerza porque sentía falta de aire y además de una contractura cervical que yo se lo atribuía a un tema postural. El resultado del estudio me hizo pedir un turno con la neumonóloga que me ordenó una espirometría y una tomografía. Allí supe que tenía una bulla gigante en el pulmón de derecho”; describe Alfredo Veccharelli, internado en la habitación 429 del Hospital Privado Nuestra Señora de la Merced.
La bulla gigante se encuentra asociada al efisema, en varones, jóvenes y fumadores. Es una enfermedad progresiva, siendo la causa principal de formación de bullas gigantes el tabaquismo y clínicamente se manifiesta con disnea (falta de aire) y en menor frecuencia hemoptisis, dolor precordial o neumotórax espontáneo. Debe ocupar un tercio de un hemitórax y suele aparecer en forma unilateral.
“Fumé durante 30 años, más o menos un paquete por día, hoy el cigarrillo es una etapa cerrada en mi vida”.
El lunes 23 de Septiembre se sometió a una lobectomia superior por videotorascopia y el post operatorio lo cursa sin mayores complicaciones. A cuatro días de la cirugía, Alfredo refiere no sentir ninguna molestia e incluso ya no se agita al conversar ni padece falta de aire.
Le esperan los controles ambulatorios y de a poco, retomar su rutina habitual.
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