Lesiones más comunes de rodilla
- Hospital La Merced
- 8 feb 2018
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La rodilla es una articulación compleja que se lesiona tanto a nivel óseo como de sus partes blandas (meniscos, ligamentos y cartílago). Esto puede suceder en niños, jóvenes, adultos y ancianos, sean deportistas o no.
En la vida cotidiana uno puede sufrir accidentes de tránsito, traumatismos o realizar movimientos bruscos, y como consecuencia sentir dolor. También la rodilla puede padecer desgaste por sobreuso o de causa degenerativa (ej. la artrosis en los adultos/ancianos).
Las lesiones óseas (fracturas) pueden ser tratadas con inmovilización (yesos o férulas) o de forma quirúrgica (colocación de placas, tornillos, clavos endomedulares, prótesis, etc.).
Las lesiones degenerativas se tratan con antiartrósicos, fisiokinesioterapia, infiltraciones con Ácido Hialurónico y/o corticoides de depósito. Si todo esto falla, el tratamiento de elección es el reemplazo articular con prótesis de rodilla.
Sintomatología:
El paciente puede referir dolor, aumento de la temperatura local, limitación de la movilidad, bloqueos, como así también inestabilidad, como síntomas más importantes.
Examen físico:
El médico traumatólogo conoce una serie de maniobras semiológicas para realizar un diagnóstico presuntivo y de esta forma acercarse en gran medida al diagnóstico definitivo.
Estudios complementarios:
Radiografías (evalúa posibles fracturas).
Ecografías (tendinitis, desgarros, bursitis).
Tomografías computadas ( evalúa fracturas con mayor precisión).
Resonancia Magnética Nuclear (lesiones meniscales, ligamentarias o del cartílago).
Tratamiento:
- Fracturas: yesos, fisiokinesioterapia o cirugías (osteosíntesis, prótesis).
- Lesiones meniscales, cartilaginosas y ligamentarias: se realiza una artroscopia.
La artroscopía es un sistema creado para ingresar a la articulación a través de pequeños orificios (llamados portales). Se la utiliza tanto para diagnóstico como para tratamiento de algunas lesiones de la rodilla, las cuales son vistas a través de un monitor, y con pinzas de altísima precisión realizan el tratamiento deseado.
Todo lo dicho hasta aquí precisa, sin excepción, el seguimiento por un equipo de kinesiólogos durante semanas o meses después de la lesión, sea quirúrgica o no.
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